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15 dic 2014

Apuntes sobre los curacas y el sistema colonial en el Perú (siglo XVI)


Jair A. Miranda Tamayo
Estudiante de Historia - UNMSM

Resumen
El sistema de encomiendas fue esencial para la organización económica y social de los españoles durante los primeros años de la conquista. Pero no podían esperar pacientemente para obtener la fuerza de trabajo necesaria para el funcionamiento de este mecanismo, por lo que vieron en los curacas naturales un modelo mediador. El presente trabajo resume algunas de las ideas debatidas en el curso de Historia del Perú Colonial, dictado por la Dra. María Emma Mannarelli en el año 2014.
Palabras Claves
Historia del Perú Colonial, curacas, encomenderos, reciprocidad.


Abstract
The encomienda system was essential to economic and social organization of the Spaniards during the early years of the conquest. But they could not wait patiently for the work force necessary for the operation of this mechanism, by what they saw on natural curacas a mediator model. This paper summarizes some of the ideas discussed during Colonial History of Peru, given by Dr. Maria Emma Mannarelli in 2014.
Keys
History of Colonial Peru, curacas, encomenderos, reciprocity.


“La encomienda fue un instrumento fundamental para la explotación española de la mano de obra y la producción indígenas durante el período de la conquista” (Lockhart 1982:20). Este sistema fue esencial para la organización económica y social de los españoles durante los primeros años de la conquista. Pero conseguir esta fuerza de trabajo no era nada fácil. Los encomenderos se dieron cuenta que para obtenerla y movilizarla no podían esperar la mera voluntad de los pueblos. “Los encomenderos se vieron obligados a reconocer la autoridad legal de los curacas y negociar con estos señores locales” (Cummins 2004:209), colocándolos en situación de mediadores. Analicemos como es que el curaca funcionó como un ente articulador en el sistema colonial y  su importancia en la economía de ésta a través de sus relaciones materiales y simbólicas con la población andina.
Durante los primeros años de la colonia española en el Perú, los modelos de representación incaica, algunas de sus instituciones, costumbres y creencias permanecieron intactas en varios lugares. El impacto español fue de poca extensión, solo se limitaba a las áreas urbanas creadas por la fundación de ciudades españolas o alrededor de las encomiendas. Esta situación cambiará a mediados de los años 70´s del siglo XVI, cuando comienzan a darse las primeras visitas generales a manos del virrey Francisco de Toledo, quien “viajó extensamente por las mesetas […], mientras que otros virreyes se contentaban con limitar sus actividades a Lima” (Brading 1991:150).
La poca alteración de la cultura andina durante estos primeros años pueden explicarse por varias razones: existían pocos españoles para vasta población y espacio geográfico; los españoles comenzaron a pelearse entre sí, por lo que no podían contrariar a los nativos si es que querían que apoyasen sin problemas (Cummins 2004:207).
Teóricamente, la encomienda obligaba a los indios a labrar la tierra y pagarle tributo al encomendero, a cambio de que este garantice su bienestar y les otorgue instrucción religiosa (este aspecto viene justificado desde las Bulas Papales de Alejandro VI de 1493). Pero la segunda parte no se cumplía.  Cummins nos muestra el caso de los doctrineros, un buen ejemplo del desfase existente entre el deber y lo que en verdad se hace:
“Hubo,  al comienzo, cierto éxito en el intento evangelizador; existo, por lo menos, en las mentes del clero español”. […] Sin embargo, el optimismo de los primeros padres de la Iglesia se basaba más en la ilusión y la esperanza que en la realidad. Existían muy pocos doctrineros […] y muchos de ellos no se percataban plenamente de lo que era o no idolatría. Además, algunos curacas estaban más interesados en explotar económicamente a su rebaño, que en predicar la palabra de Dios. En contraste, sus colegas más conscientes estaban más ocupados en proteger a los indígenas de los abusos de los encomenderos que, por consiguiente, se desviaban de su misión evangélica” (Cummins 2004:210-211).
Esta situación puede ser explicada por la falta de instituciones centralizadas y reguladoras durante estos primeros años, lo que permitió el crecimiento de poderes regionales. La Corona, como veremos más adelante, optó por las Nuevas Leyes, las cuales recortan privilegios a los encomenderos.
Uno de los factores más importantes se encontraba en la relación encomendero-curaca. En el mundo andino prehispánico, la reciprocidad es una de las concepciones que organiza a la sociedad misma. “La reciprocidad o ayne (sic) no es fruto de la hermandad, sino de la perenne preocupación e interés por tener asegurada la ayuda que se va a necesitar en cualquier momento de la vida” (Espinoza 1987:7). Es decir, dar para luego recibir. En la relación runa-curaca, la legitimidad del curaca estaba medida según su eficiente administración de la comunidad. A cambio, los runas lo reconocían y labraban sus tierras. La organización de fiestas en las plazas acompañadas con bebidas fermentadas (chichas) también  sirvió como un modelo de legitimización de la autoridad del curaca durante las relaciones de reciprocidad con su pueblo. Como reconoce Cummins (2004), la fiesta y el intercambio de bebidas en queros conformaban una relación simbólica de legitimización del poder. También existía una relación de reciprocidad entre el curaca y el inca, quien ofrecía regalos a cambio de alianzas políticas (mujeres, cumbis, coca), por ejemplo.
La alianza encomendero-curaca ayudó a la formación de encomiendas y en su funcionamiento. Afortunadamente, para los conquistadores, muchos de los curacas tenían sólidas razones para aliarse con los españoles: habían quedado impresionados por su destreza militar, habilidad con el caballo y la espada, y fue sin duda la derrota de Atahualpa en 1532 y la posterior toma del Cuzco lo que aumentó la credibilidad de los españoles. “Por fin podían deshacerse del yugo de la dominación inca y defender sus intereses étnicos en una nueva era post-incaica” (Stern 1986:63). El apoyo de los curacas de los grupos étnicos anti-incaicos fue uno de los factores más importantes en la caída del imperio incaico, por lo que aquí ya se observa el papel importante de los curacas dentro de la formación de la colonia.
Algunos encomenderos entablaban relaciones con los curacas, quienes servían como mediadores entre el español y el nativo. “Incluso algunos encomenderos asumían la figura de grandes señores andinos y aparentaban respectar las reglas de la reciprocidad, brindando regalos tradicionales a los curacas por sus servicios” (Cummins 2004:209). A cambio, el curaca correspondía en especias, incluso con fiestas, lo que puede demostrar que “la organización de  fiestas” era una especie de “carta de presentación”.
Los españoles veían las fiestas y excesiva borracheras de los indios como un vicio desagradable, además que propiciaban los actos de idolatrías. Pero tratar de abolir dicha cultura de la bebida podía significar la desaparición de una base legitimadora en el curaca, y en consecuencia perjudicar al encomendero. Esto ayudó a que se conserve dicha tradición hasta épocas posteriores, ya que incluso el mismo virrey Toledo comenta al respecto.
La guerra civil entre los españoles, la aparición de las Nuevas Leyes de 1542 (las cuales reformaban el sistema de encomiendas), y las protestas de los neo-incas (como el Taky Onkoy) generaron turbulencias que afectaron las relaciones entre el encomendero y el curaca. Los pueblos autóctonos no podían optar por la neutralidad, tenían que decidir qué tipo de alianza le sería más beneficiosa. “Los encomenderos sabían que necesitan tener unas relaciones de trabajo favorables con “sus” kuracas; por lo que los más astutos trataron de consolidar las alianzas con favores y regalos” (Stern 1986:64), como lo demuestra el caso de Diego de Maldonado. Son en estas épocas donde “las relaciones sociales entre los pueblos andinos autóctonos y los europeos contenían une mezcla incómoda de fuerza, negociaciones y alianza” (Stern 1986:69).
El resultado final de esta situación de crisis fue una transformación total no solo de las relaciones entre encomenderos y curacas, sino también en el mismo régimen de encomiendas, las cuales pasaban a otras manos o desaparecían. Este fue el inicio de un proceso de reformación de la encomienda que llegará hasta las reformas toledanas, donde prácticamente dicho mecanismo fue suplantado por el sistema de corregimientos, o fue debilitado por las reducciones, teorizadas por Juan de Matienzo y puestas en práctica por el virrey. Ayudó al debilitamiento de la encomienda el proceso de institucionalización, el crecimiento de los funcionarios reales, el aumento de la inmigración y los cada vez mayores intereses de la Corona (Lockhart 1992:93), que notaba en la formación de encomiendas un proceso de creación de poderes regionales, generando el temor de que éstas busquen una futura autonomía.
En conclusión, la figura del curaca sirvió como un ente articulador entre el español y el nativo. El español astutamente optó por adaptarse a los modelos de autoridad legítima andina, tratando de seguir los patrones de reciprocidad. De este modo, el español puede entablar alianzas legítimas con “sus” curacas, quienes a la vez entablan relaciones con los individuos de su ayllu. Esto ayudó en el funcionamiento de la encomienda, base económica de la sociedad colonial de los primeros años.

Bibliografía

BRADING, D.
1991               Orbe indiano. De la monarquía católica a la república criolla (1492-                     1867). México: Fondo de Cultura Económica.

CUMMINS, T.
2004         Brindis con el inca. La abstracción andina y las imágenes coloniales de los queros. Lima: Fondo Editorial de la UNMSM.

ESPINOZA, W.
1987          Artesanos, transacciones, monedas y formas de pago en el mundo andino. Siglos XV y XVI. Tomo I. Lima: Banco Central de Reserva del Perú.

LOCKHART, J.
1982              El mundo hispanoperuano. 1532 – 1560. México: Fondo de Cultura Económica.

LOCKHART, J.
1992          América Latina en la Edad moderna. Una historia de América española y el Brasil coloniales. Madrid: Ediciones Akal.

STERN, S.
1982          Los pueblos indígenas del Perú y el desafío de la conquista española. Huamanga hasta 1640. Madrid: Alianza Editorial.


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